Hola mis queridos amigos, un día más agradeceros que dediquéis un poco de vuestro valioso tiempo a leer las historias que escribo y mis recetas. Hoy quiero escribir a cerca de una salsa, que en mi opinión es una de las salsas más exquisitas y delicadas en toda la extensión de la palabra y que se llama Holandesa.
La
verdad es que esta salsa a pesar que su nombre hace referencia al país holandés
en realidad es de origen francés, es una salsa que se prepara con una emulsión
de huevos y mantequilla clarificada, un tanto complicada más que de preparar,
de mantener, ya que se corta muy fácilmente tanto si se calienta demasiado como
si se enfría. El sistema es como el de una mayonesa pero sustituyendo el aceite
por la mantequilla.
Esta
salsa es de las denominadas básicas porque con ella se elaboran otras como la
bearnesa, la muselina, la de dijon, la maltesa etc. todas con el mismo origen
pero añadiendo otros ingredientes según para que se utilicen.
La
salsa holandesa es el ingrediente principal de los huevos benedictine, famosos
en todos los brunch sobre todo americanos, también es ideal para acompañar
pescados, para carnes, el solomillo con bearnesa, esta nunca falta en cualquier
restaurante o bistrot de Paris cuando se come carne a la parrilla, también esta
buenísima con las verduras y como no con un producto que también pondré la
receta hoy, y que es uno por no decir el que más de mis platos preferidos que son los espárragos
frescos blancos con holandesa, ahora estamos en temporada y son una auténtica
delicia, para mi gusto muy diferentes a los que están en conserva que por ello
no digo que no sean buenos, todo lo contrario, los de conserva si es de las
buenas son deliciosos también, los espárragos
Cojonudos.
Espero
que os guste y no tengáis miedo a prepararla, es cuestión de práctica como casi
todo en esta vida, lo que si tratarla con mucha delicadeza y no tengáis prisa
en terminarla, es una salsa que requiere mucho cuidado, cariño y unos buenos
brazos para batirla. Bon Profit!
Tiempo
de preparación: 40 minutos
Dificultad:
alta
Coste:
bajo
INGREDIENTES
4
huevos
400 g
de mantequilla
Sal y
pimienta
Limón
Lo
primero de todo es derretir la mantequilla, bien en el microondas o al baño
maría.
Una vez
derretida dejarla reposar sin mover.
Poner
una olla en el fuego con agua para hacer
un baño maría, el agua debe estar caliente pero no hervir nunca.
En un
bol poner las yemas de los huevos separadas de las claras y guardar las claras
para otras preparaciones.
En las
yemas añadir un chorrito muy pequeño de agua y colocar el bol en el baño maría.
Empezar
a batir las yemas y a partir de aquí no se puede dejar de batir, deben doblar
su volumen y volverse como una crema amarilla claro y espumosa.
Una vez
están montadas ir poniendo la mantequilla sin dejar de batir en forma de hilo
hasta que este toda incorporada, teniendo la precaución de no poner el fondo
que es el suero de la mantequilla.
Una vez
montada poner sal, pimienta y un poco de limón.
ALGUNOS
CONSEJOS
-esta
salsa es muy delicada por eso es recomendable prepararla en el último momento.
-se
toma más bien templada por eso se debe conservar hasta su utilización en un
sitio que tenga uno 45 grados de temperatura, sin que le de ningún tipo de
calor directamente.
-si
está demasiado espesa cuando la vayais a utilizar añadirle un poco de agua
templada.
-si se
corta podeis intentar volver a montarla empezando otra vez con el
procedimiento, poner una yema volver a montarla e ir añadiendo poco a poco la
salsa cortada. Es un rollo por eso es mejor evitarlo.
-esta
salsa es cuestión de práctica pero si la haceis os valdrá la pena por su
delicadeza en el paladar y su finura.
-es
cuestión de práctica para conseguir una buena salsa.
Saludos
y besos a todos………
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