Cuando
hablamos de huevos en este país, sin referirnos a los de algunos que los tienen
pero para nada son a los que les vamos a dedicar nuestro post de hoy, hemos de
referirnos a los huevos de los huevos por excelencia, los de CASA LUCIO.
No ha
habido nunca en España y creo que en el
mundo entero unos huevos con tanta trayectoria ni con tanta fama internacional,
una popularidad sin precedentes que ha hecho que nosotros, los españoles,
podamos presumir de tenerlos como plato abanderado de uno de los restaurantes
castizos con mas historia y reconocimientos a nivel mundial.
Casa
Lucio, restaurante del Madrid auténtico, de un Madrid con solera y tradición,
en las calles donde todo huele a castellano, en donde podemos degustar (eso sí
a precio no muy asequible para según que bolsillos), una comida tradicional de
mercado, con platos típicos de raíces madrileñas. Pescados y mariscos frescos,
carnes de primera calidad, callos a la madrileña, un zancarrón de ternera
exquisito, el rabo de buey delicioso y como no el plato madrileño por
excelencia: el cocido. De este no quiero hablar por ahora porque me lo reservo
para el invierno, porque creo que tengo el privilegio de poder hablar mucho y
bien de el ya que estuve haciéndolo durante unos años a diario en mi
restaurante, por lo tanto cuando sea el momento le dedicaré un espacio especial
porque se lo merece.
De
momento seguiremos hablando de Lucio y sus huevos. Lucio Blázquez al que tuve
el honor de poder conocer personalmente en algunas ocasiones que he estado
comiendo en su restaurante es una persona cuanto menos entrañable, un señor que
desde muy joven trabajaba en el mismo lugar que ahora está situado su
restaurante, antes llamado Mesón del Segoviano una casa de comidas frecuentada
por muchos turistas con una cocina rural manchega. Pasado unos años Lucio
compró el local en el que actualmente regenta su restaurante.
Casa
Lucio es un lugar donde se reúnen todo tipo de personalidades, desde actores,
cantantes, toreros, personajes del mundo de la literatura, críticos
gastronómicos y muchos del mundo de la farándula, no es de extrañar que
cualquier día que estés comiendo en Casa
Lucio no tengas a tu lado algún famosillo poniéndose las botas.
Después
de repasar un poco la historia de este establecimiento y de su dueño y
fundador, hablemos del plato con el que su fama a traspasado fronteras, un
plato de lo mas simple pero a la vez un plato que no deja indiferente a nadie,
y es que ¿a quién no le gusta unos buenos huevos con patatas?
No digo
huevos fritos porque en realidad ni son fritos ni son cocidos, no se como decir
que son, solo se que son exquisitos, el único secreto para que sean sublimes es
la calidad del producto, unos buenos huevos frescos, unas buenas patatas y
sobre todo un buen aceite.
En Casa
Lucio los hacen en cocina de carbón, los huevos son de Ávila, las patatas
gallegas y el aceite de Jaén, pero no hace falta irnos a Ávila ni a Galicia ni
ha Jaén, basta que lo que tengamos sea de calidad y con la cocción exacta de
cada cosa conseguiremos un súper plato estrella que nos tendrá nada que
envidiar a los huevos mas conocidos en el mundo entero.
Tiempo
de preparación: 1 hora
Dificultad:
baja
Coste:
bajo
INGREDIENTES
(4 pax)
1 kg de
patatas para freír
8
huevos muy frescos
Aceite
de oliva
Sal
Pelamos
las patatas y las cortamos para freír, las lavamos bien y las secamos.
Ponemos
en el fuego una sartén con abundante aceite de oliva.
Cuando esté
bien caliente ponemos las patatas y las dejamos hasta que estén bien fritas.
Sacamos
las patatas y salamos.
En otra
sartén ponemos muy poco aceite de oliva y cuando esté caliente añadimos los
huevos todos juntos y añadirles sal, no tienen coger color, solo cuajarse.
Con
mucha habilidad y destreza o si no de alguna manera darle la vuelta medio
minuto y ponerlos sobre las patatas.
Romperlos
con un cuchillo y tenedor.
Servir
bien calientes.
ALGUNOS
CONSEJOS
-En la
sartén para los huevos tiene que haber muy poco aceite.
-Los
huevos no tienen que coger color.
-Las
patatas estarán en el momento que floten en el aceite, tienen que quedar como
huecas para que sean unas buenas patatas fritas.
-Los
huevos han de quedar la clara cuajada y las yemas muy cremosas.
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