¡No
siempre las cosas son como creemos!
¿Cuántas
veces damos por supuesto que algo es de una manera y de repente después de
verlo toda una vida resulta que pueden ser de otra?
¡Pues
bien! Esto es lo que ocurre con nuestro ingrediente principal de hoy, un
ingrediente que si os pregunto su color estoy segura lo que me vais a responder:
¡naranja!
¡No es
de naranjas la receta de hoy!, es algo naranja pero alargado y que tenemos en
la nevera como algo básico o de fondo de nevera: LAS ZANAHORIAS.
Pero
las zanahorias no siempre son de color naranja, si os paseáis por el mercado en
esta época, me refiero a nuestros mercados, encontraréis unas zanahorias que se
han transformado en moradas y no es porque se hayan golpeado ni por una paliza
ni porque se han puesto moradas de beber, es porque es una variedad de esta
verdura que existe desde hace muchos muchos años y que por un tiempo estuvieron
desaparecidas pero que han regresado para quedarse con nosotros, y yo les he echado mano y he preparado un
plato ideal de la muerte tanto para esta época otoñal y que encima sirve como entrante en plato o tazón, o
de aperitivo tipo chupitos en cualquier cena o comida para estas fiestas de
navidad que ya tenemos encima.
La
temporada buena de estas zanahorias va
de noviembre hasta marzo, tengo que confesaros que aunque están buenísimas te
sueles acordar de ellas y no es para bien, porque si no tienes cuidado cuando
las manipulas acabas con las manos tan moradas como ellas por esto os aconsejo
utilizar guantes de látex o vinilo y por supuesto proteger la tabla donde las
cortéis porque destiñen mucho.
Las
propiedades de estas zanahorias son muchas y muy buenas, son muy nutritivas y
bajas en calorías cuando están en crudo, cuando se cocinan son todavía mas
nutritivas pero también concentran mas el azúcar que tienen y también nos
podemos acordar de ellas por este motivo, cualquier plato que preparéis con
ellas se convertirá en comida color púrpura, bonito eso sí, el sabor es un
pelín más dulce que las zanahorias de siempre pero al final tienen un ligero
toque picantito que las hace ideal para comidas de fiestas.
¡Bueno! Casi son perfectas pero no puedo solo hablar
de sus propiedades también quiero deciros que sus platos mas tradicionales de
preparación son el “frit de pastangues morades”, “estofat de pastanagues” o las
“pastanagues aufagades”, yo les voy a dar una vuelta y las voy a preparar en
forma de crema acompañada de una mousse muy sencilla de nuestro queridísimo
requesón y unos piñones tostados, mejor imposible.
Vamos
allá con la receta, espero que os guste y por supuesto que la hagáis, si tenéis
alguna duda podéis consultarme en cualquiera de mis redes sociales o en mi blog,
a continuación os dejo los enlaces. Bon profit!!
Tiempo de preparación: 1 hora
Coste: bajo
Dificultad: muy fácil
INGREDIENTES (4-6 pax dependiendo el hambre
que tengan)
250 g. de zanahorias moradas o 1 manojo
1 puerro
4 u. de sofrits (son unidades no manojos en este caso)
1 patata mediana
1 cda. de mantequilla
1 cdta. de aceite de oliva suave
1 ½ de caldo de verduras
Sal y pimienta
1 pizca de comino molido
1 puñado de piñones tostados
Cebollino picado
PARA LA MOUSSE DE REQUESON
2 terrinas de 125g. cada una
Sal y pimienta
100 ml. de nata líquida
MODO DE PREPARACIÓN DE LA CREMA DE
ZANAHORIAS MORADAS
Limpiamos, pelamos y picamos las zanahorias.
Limpiamos el puerro y los sofrits y los troceamos
pequeñitos.
En una cacerola ponemos las mantequilla y la cucharadita de
aceite y la ponemos al fuego.
Cuando esté derretida añadimos los sofrits y el puerro
picados y los pochamos bien hasta que estén blanditos.
Espolvoreamos con una pizca de comino solo para aromatizar,
no hay que pasarse mejor quedarse cortos que pasarse ya que el comino es
potente de sabor pero queda muy bien con la pastanaga.
Añadimos las zanahorias troceadas y la patata cortada a
taquitos que por supuesto previamente habremos pelado.
Dejamos que se cocine unos 5 minutos sin dejar de remover y
añadimos el caldo que lo tendremos bien caliente o hirviendo.
Para que las zanahorias y la patata estén cocidas pasarán
mas o menos 20 minutos, comprobar que estén blanditas y retirar del fuego.
Trituras con la batidora o termomix o lo que tengáis y colar
por el colador chino, si os gusta sin colar también es aceptable, yo
personalmente la prefiero colada como todas las cremas.
MODO DE ELABORACIÓN DE LA MOUSSE DE REQUESON
Tan sencillo como poner el requesón, la nata, sal y pimienta
en un vaso de la batidora y batir hasta que quede bien cremoso y espumoso,
pensar que al contener nata no hay que pasarse porque se nos cortaría.
Reservar.
MONTAJE DEL PLATO
En un plato servir la crema bien caliente con una quenelle
de mousse de requesón poniéndola con mucho cuidado para que no se nos hunda al
fondo del plato, ponerle por encima unos piñones tostados y troceados y
espolvorear con cebollino picado.
ALGUNOS CONSEJOS UTILES
-Normalmente algunas cremas suelen llevar un pelín de nata
al final de la cocción para darles cremosidad y untuosidad, en este caso no le
ponemos porque lleva el requesón que hace la misma función.
-Os recomiendo servirla en plato blanco para resaltar el
bonito color morado que tiene.
-También se puede servir en tazón o en vasitos de chupitos
ideales para estas fiestas.
-Si no os gusta el comino podéis prescindir de él pero casa
a la perfección con las zanahorias.
-Otra opción en lugar de requesón puede ser la nata espesa o
crema fresca o también el yogurt queda súper
Hasta aquí esta receta, espero que os haya gustado, seguimos
con mas en los próximos días.
Bsssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
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