Mermelada de naranja

Mi padre tiene un huerto con muchos naranjos y cuando hay mi casa se llena de cajas de cítricos de todo tipo. Las naranjas son una fruta muy saludable y muy recomendable para muchas cosas, además de ser un producto que te da muchas posibilidades en la cocina tanto en dulce como en salado. Las naranjas y los cítricos son una gran fuente de vitamina c y aporta muchos nutrientes y beneficios para nuestra salud. Quien no ha oído alguna vez que tomar un zumo de naranja por la mañana ayuda a prevenir los resfriados en invierno!. Pues es cierto, tomar un zumo por la mañana en ayunas ayuda a eliminar toxinas, y ayuda a que no nos constipemos tanto, también puede que tengas que correr al baño después de ellos, o sea que si también tienes este tipo de problemas esto puede ser la solución. Si tienes ulceras, gastritis o cualquier problema estomacal, olvídate de ellas porque no son lo más indicado.

Pues bien, como ya os decía teniendo tantísimas naranjas que mi papi me trae pensé que podía hacer con ellas, y que mejor que hacer una buena mermelada donde puedo utilizar una buena cantidad a la vez que se me conservará durante mucho tiempo. Así lo he hecho y la verdad es que esta riquísima, se puede hacer más amarga o menos según el gusto de cada uno, a mí no me gusta que lo sea pero el que lo quiera es cuestión de dejar un poco de la piel blanca que las recubre  y obtendréis el amargor de las mermeladas de naranja amargas. Espero que os guste. Bon profit!

Tiempo de preparación: 2 h

Dificultad: fácil

Coste: bajo

INGREDIENTES

1 Kg de naranjas

500 g de azúcar

El zumo de 1 limón

Pelar las naranjas procurando quitarle la piel blanca y conservar la piel de la parte de fuera.

Trocear la piel naranja en juliana y escaldar dos veces en agua hirviendo (para quitar el amargor).

Cortar las naranjas y ponerlas en un cazo junto con el azúcar y el zumo del limón, poner a cocer y a los 20 min añadir las pieles blanqueadas. Dejar cocer media hora más y comprobar la textura debe quedar espesa.

Para comprobarlo poner un poco en un plato y dejar enfriar. Se puede triturar un poco o dejar con los trozos más grandes, esto va a gusto de cada uno.

Poner en botes y esterilizarlos si quereis que se conserven un tiempo.

En otro post pondré como se hace este proceso.